Agustín Ibarrola es un artista nacido en Basauri, Vizcaya en 1930. Autodidacta, gracias a su talento y mediante una beca que lo llevaría a Madrid, se inició en el cubismo y el constructivismo junto a otro escultor de gran renombre que es Jorge Oteiza.
A Agustín Ibarrola siempre le inquietaron las situaciones sociales del momento y así ha querido reflejarlo en sus obras. En los años 60 y por sus motivaciones socio-políticas, sus obras quisieron expresar las situaciones del momento.
Ibarrola también es partidario de que el arte público ha de ser muralista y de grandes dimensiones, posibilitando a visitante sumergirse o mimetizarse con las obras. Por otra parte y según él, las piezas de arte deben ser compuestas por materiales robustos y duraderos, mientras demuestran sentimientos sociales colectivos.
Todos estos ideales fueron reflejados en su obra del Bosque de Oma en 1982. Una obra al aire libre, rodeado de árboles, pinturas, ojos y colores que harán sentir al espectador en un lugar mágico e incomparable. Algo jamás visto antes.